De acuerdo de haber visto en creyentes que han pasado por la experiencia del abuso espiritual por parte de alguna iglesia y grupos, existen tres principales etapas en el proceso hacia la restauración.
1. Realización y salida
2. Comprensión y Emociones
3. Reconstrucción y Optimismo
Los grados de experimentación en esta etapa varían de acuerdo al tiempo en que el creyente estuvo bajo un grupo abusivo, el grado de compromiso que había adquirido, y qué tan arraigadas tenía de las falsas enseñanzas promovidas por el grupo
1. Realización. Es la etapa en la que el creyente se da cuenta de que algo no camina bien en el grupo que asiste. El realizar esta acción varía en cuanto al tiempo. Unos lo logran más rápido que otros. Ayuda que seamos advertidos y ayudados por otros que han pasado la misma experiencia. Esta etapa se ve demorada debido a que al creyente se le ha dicho que no pregunte, no juzgue, no dude: sólo obedezca... Hacer lo contrario se le llama traición, rebeldía. Existe una especie de “flotamiento” entre su antigua identidad en el grupo abusivo, y su nueva identidad en un grupo sano. Entre más información reciban acerca de lo que pasó, más fácil será sobrellevar la etapa siguiente.
2. La Comprensión y las emociones. Esta etapa se halla llena de altibajos en cuanto a las emociones y sentimientos; como si se hubiera regresado de un largo viaje, y lleno de ira y coraje: un sentimiento de haber sido violado emocional y espiritualmente. Para algunos resulta increíble que por sólo haber querido servir a Dios, al prójimo, a su vecindario, y hacer del mundo un lugar mejor, hayan sido usados de tal manera. ¿Por qué fui tratado así? es la pregunta más común que se hacen las personas Muchos de los creyentes tienden a negar y suprimir este tipo de emociones, sin embargo, se debe entender que sentir sus propias emociones de una forma no-destructiva, es vital para la restauración del creyente.
En esta etapa se debe aprender a confiar en la vida nuevamente, y aprender a confiar requiere de saber cómo realmente tratar y probar con lo que se nos propone. Esto es así porque las antiguas enseñanzas y fobias aprendidas en grupos abusivos, tocan muchas áreas de la vida: la familia, el gobierno, la educación, la religión, las relaciones personales y económicas. El creyente que ha sido abusado requiere de una mayor gama de pruebas y demostraciones Debe, así mismo, encontrar la manera de habilitar nuevamente su manera de decidir, debido a que en el grupo abusivo sólo aprendió a obedecer, sujetarse y ser sumiso de forma irreflexiva.
3. Reconstrucción y Optimismo. Para algunos, a la mitad de la etapa 2, la idea de reconstruir, volver a tener un sueño, se vuelve en solamente una idea triste, frustrante y dolorosa. La idea de volver a empezar, reconstruir, tratar con Dios y la gente, pesa. El tiempo que el grupo abusivo robó al creyente, no parece fácil de recuperar. No obstante, siempre hay una buena oportunidad para volver al optimismo y la reconstrucción de nuestros sueños. Una iglesia sana con una doctrina también sana y miembros que la practican es un buen comienzo.
1. Realización y salida
2. Comprensión y Emociones
3. Reconstrucción y Optimismo
Los grados de experimentación en esta etapa varían de acuerdo al tiempo en que el creyente estuvo bajo un grupo abusivo, el grado de compromiso que había adquirido, y qué tan arraigadas tenía de las falsas enseñanzas promovidas por el grupo
1. Realización. Es la etapa en la que el creyente se da cuenta de que algo no camina bien en el grupo que asiste. El realizar esta acción varía en cuanto al tiempo. Unos lo logran más rápido que otros. Ayuda que seamos advertidos y ayudados por otros que han pasado la misma experiencia. Esta etapa se ve demorada debido a que al creyente se le ha dicho que no pregunte, no juzgue, no dude: sólo obedezca... Hacer lo contrario se le llama traición, rebeldía. Existe una especie de “flotamiento” entre su antigua identidad en el grupo abusivo, y su nueva identidad en un grupo sano. Entre más información reciban acerca de lo que pasó, más fácil será sobrellevar la etapa siguiente.
2. La Comprensión y las emociones. Esta etapa se halla llena de altibajos en cuanto a las emociones y sentimientos; como si se hubiera regresado de un largo viaje, y lleno de ira y coraje: un sentimiento de haber sido violado emocional y espiritualmente. Para algunos resulta increíble que por sólo haber querido servir a Dios, al prójimo, a su vecindario, y hacer del mundo un lugar mejor, hayan sido usados de tal manera. ¿Por qué fui tratado así? es la pregunta más común que se hacen las personas Muchos de los creyentes tienden a negar y suprimir este tipo de emociones, sin embargo, se debe entender que sentir sus propias emociones de una forma no-destructiva, es vital para la restauración del creyente.
En esta etapa se debe aprender a confiar en la vida nuevamente, y aprender a confiar requiere de saber cómo realmente tratar y probar con lo que se nos propone. Esto es así porque las antiguas enseñanzas y fobias aprendidas en grupos abusivos, tocan muchas áreas de la vida: la familia, el gobierno, la educación, la religión, las relaciones personales y económicas. El creyente que ha sido abusado requiere de una mayor gama de pruebas y demostraciones Debe, así mismo, encontrar la manera de habilitar nuevamente su manera de decidir, debido a que en el grupo abusivo sólo aprendió a obedecer, sujetarse y ser sumiso de forma irreflexiva.
3. Reconstrucción y Optimismo. Para algunos, a la mitad de la etapa 2, la idea de reconstruir, volver a tener un sueño, se vuelve en solamente una idea triste, frustrante y dolorosa. La idea de volver a empezar, reconstruir, tratar con Dios y la gente, pesa. El tiempo que el grupo abusivo robó al creyente, no parece fácil de recuperar. No obstante, siempre hay una buena oportunidad para volver al optimismo y la reconstrucción de nuestros sueños. Una iglesia sana con una doctrina también sana y miembros que la practican es un buen comienzo.
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